Según relata Mitch Winehouse en la publicación llamada "Amy, my daughter", llegó un momento en el que la fallecida cantante ya no podía controlar sus adicciones al alcohol y a las drogas, pues a pesar de los intentos de su familia y amigos por que se rehabilitara, afirma que fue su ex marido Blake Fielder-Cvil quien la llevó a adentrarse en el abuso de las sustancias.
"Mucho antes de que Amy fuera una adicta, nadie podía decirle qué hacer. Una vez que se hizo adicta, su terquedad sólo empeoró. Hubo momentos en los que quería estar limpia, pero los momentos en que no quería más", relata el padre de la intérprete de soul, en el libro que saldrá a la vendra el próximo 26 de junio.
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